Con motivo del Día del Pescador, la revista Pesca & Medio Ambiente les presenta a continuación una radiografía precisa de una ocupación que involucra a un gran número de personas, dinamiza la estructura económica y abastece a la población nacional. Un sencillo homenaje, sustentado en información auténtica y confiable, para los hombres de mar que son la base de una industria vital para el Perú.
En nuestra nación, la pesca es una actividad con altos niveles de incidencia en la economía local, especialmente en las regiones costeñas, y nacional, por su contribución a los índices de empleo a través de miles de pescadores que a diario recorren los 3,000 kilómetros del litoral peruano y desembarcan en 181 lugares, entre playas, caletas y desembarcaderos.
Asimismo, la actividad pesquera, en particular la artesanal, está enlazada a nuestra historia desde tiempos antiguos y es una fuente de alimentación vital para la población. Y si bien el sector pesquero nacional se ha desarrollado relevantemente a partir de la década de 1950, esta progresión ha sido como consecuencia del avance de la industria de harina de pescado y de conservas, que conquistó el interés de muchos inversionistas a causa del bajo costo de producción y la abundancia de la anchoveta.
De acuerdo al libro “Pesca artesanal: oportunidades para el desarrollo”, escrito por las investigadoras Elsa Galarza y Joanna Kámiche, la estructura del sector pesquero nacional se divide en tres actividades: la actividad industrial, la actividad artesanal y la acuicultura. Esta última, según la mencionada publicación, es mayoritariamente una actividad que requiere una siembra y una cosecha, y no tiene características extractivas como las dos primeras.
Fuente de empleo
En la obra de Galarza y Kámiche, publicada en noviembre del 2015, se afirma que la definición de cada una de las actividades, industrial y artesanal, resulta todo un reto, debido a que: “Durante décadas han sido utilizados de manera indistinta diversos términos por políticos, biólogos, economistas, sociólogos, ingenieros, pescadores, organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación, para representar diferentes puntos de vista y dimensiones socioeconómicas en los diferentes contextos nacionales”.
El texto también revela que la información sobre el empleo en el sector pesquero es diversa, con múltiples fuentes y solo para algunos años. Al respecto, el libro apunta que: “Según estimados de la FAO, en el año 2007 había 121,123 personas trabajando en la extracción del recurso pesquero y en la acuicultura, y 24,109 en la transformación de los recursos pesqueros”.
Del mismo modo, en su investigación, Joanna Kámiche y Elsa Galarza destacan que, de acuerdo a cifras del 2014 de la Sociedad Nacional de Pesquería, en el 2013, el sector pesquero generó unos 221,000 puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, de los cuales la actividad extractiva generó en promedio 83,000 empleos directos y 25,000 indirectos; mientras que la actividad transformadora creó alrededor de 38,000 empleos directos y 75,000 indirectos.
Por otro lado, las expertas refieren que para el sector artesanal la información más reciente es la proporcionada por el I Censo Nacional de la Pesca Artesanal, efectuado por el INEI, que estimó en 44,000 el número de pescadores artesanales y en 12,400 el número de armadores artesanales.
La obra “Pesca artesanal: oportunidades para el desarrollo” acota también que: “A nivel regional, Piura presenta un mayor número de pescadores (13,248), más de la cuarta parte a nivel nacional trabaja en dicha región, y le siguen Ica (5,731) y Lima (5,613). Además, se sabe que la actividad pesquera artesanal es predominantemente masculina: el 97 % de los pescadores artesanales son hombres, mientras que solo el 3 % son mujeres”.
Trabajador infatigable
De igual forma, Kámiche y Galarza en su estudio remarcan que el número de pescadores artesanales censados en el 2012 ascendió a 44,161, de los cuales el 30 % estaba en Piura, el 13 % en Ica y el 12.7 % en Lima. Igualmente, precisan que: “Esta distribución puede estar asociada a la abundancia de recursos a lo largo del país, ya que se reconoce que la zona norte del país posee un importante porcentaje de los recursos pesqueros existentes en el mar peruano. En el sur, destaca Arequipa, con el 9.1 % del total de pescadores artesanales, ya que en dicha región se encuentran un importante número de puertos y caletas”.
De acuerdo a Elsa Galarza y Joanna Kámiche, en el I Censo Nacional de la Pesca Artesanal se observó que, en cuanto a la distribución por sexo, el 96.1 % eran hombres, aunque existieron regiones, como Tacna e Ica, donde la participación de las mujeres superaba el promedio nacional ampliamente: en Tacna, el 15.8 % del total de pescadores artesanales de la región eran mujeres; y en Ica, representaban el 8.5 %.
Igualmente, el libro “Pesca artesanal: oportunidades para el desarrollo”, editado por la Universidad del Pacífico, afirma que en relación con el nivel educativo, la mayoría de los pescadores artesanales solo habían alcanzado estudios secundarios (58 %), mientras que un 32 % solo tenía estudios primarios. Además, anota que es importante destacar que un 7 % del total de pescadores contaban con estudios superiores no universitarios.
También el documento de Kámiche y Galarza remarca que la pesca artesanal es una actividad donde predominan los pescadores con varios años de experiencia en la labor; en específico, se puede señalar que más del 50 % de los pescadores a nivel regional poseen 10 años o más en la pesca.