El 19 de noviembre se llevó a cabo la 21ª reunión extraordinaria en Dubrovnik (Croacia) de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT por sus siglas en inglés), en la cual se intentó llegar a un acuerdo sobre un nuevo programa de conversación de los túnidos tropicales, en específico, de dos especies: el atún patudo (Thunnus obesus) y el aguja azul (Makaira nigricans).
Sin embargo, la Comisión no pudo alcanzar un consenso, y los actuales límites de captura anuales para el patudo seguirán aplicándose durante 2019. Además, la Comisión acordó prorrogar las medidas actuales para los túnidos tropicales y la aguja azul y la aguja blanca y trabajar antes de la reunión de la Comisión de 2019 para desarrollar un nuevo plan aceptable para todos.
El atún patudo recibe este nombre por el tamaño de su ojo, de forma atonelada. Es un pez de la familia de los atunes rojos que se encuentra en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos. Es una especie muy importante en la industria pesquera, sobre todo para la industria de conserva pues se comercializa principalmente congelado.
La comisión alertó que con los niveles de pesca actual, la probabilidad de que las reservas se reconstituyan de aquí a 2033 es del 1%.
En 2007, la perspectiva de ver una de las tres especies de atún rojo (Thunnus thynnus) añadida a la lista de la ONU de especies amenazadas obligó a la CICTA a instaurar una cuota de pesca así como estrictas medidas de control durante 15 años en el Atlántico oriental y en el Mediterráneo.
En 2019, además del atún patudo, la CICTA debatirá sobre el albacora cuya reserva, también explotada en exceso, será evaluada.