Los pescadores del distrito de San Andrés, en Pisco, vienen atravesando una grave crisis económica porque cuando se hacen a la mar encuentran una corriente de agua oscura o blanquecina y, en otras casos, hasta rojiza que se está extendiendo desde Lagunillas hasta la bahía de Paracas. Los hombres de mar refieren que esta corriente “desprende un olor nauseabundo que les hace imposible realizar sus faenas de pesca, tanto de cerco como la extracción de mariscos”, dijo el pescador Humberto Morell Aliaga.
Consultado sobre el particular, el pescador artesanal y dirigente nacional de la Federación Integrada Unificada de Pescadores Artesanal del Perú (FIUPAP) Hilton Guerrero Bonifacio, señaló que actualmente se están presentando condiciones anómalas en toda la franja costera de manera intermitente desde Lagunillas hasta la boca del río Pisco “por las presencia de aguajes pestilentes” y que esto está trayendo perjuicios económicos a más del 90% de la población del distrito de San Andrés, que en su gran mayoría depende de los recursos hidrobiológicos.
En ese sentido, el dirigente de los pesqueros artesanales hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales para que se declare en emergencia la pesca artesanal en el mar de Pisco debido a que la ausencia de recursos hidrobiológicos ha aumentado el desempleo y la pesca de arrastre y chinchorro que están prohibidas.
Problema social. El dirigente nacional dio a conocer la difícil situación que afronta su sector ha generado “una gran desocupación laboral de los hombres de mar que no han podido cumplir sus obligaciones ante las entidades financieras, las mismas que han iniciado el remate de sus bienes. Esto puede poner en riesgo que sus hijos en edad escolar se puedan matricular”.
Aseguró que la solución a este problema pasa porque el sector pesca “tenga su propio ministerio, su propio presupuesto y un viceministerio de pesca artesanal el cual tenga como objetivos la justicia, la equidad y la inclusión para todos los pescadores artesanales”.