El último informe especial del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) enfocado en los océanos y glaciares establece que el actual ritmo de aumento del nivel del mar se ha duplicado y se acelera cada vez más.
El reporte, realizado por 100 científicos de 36 países y publicado el pasado 25 de setiembre, en un contexto histórico de multitudinarias manifestaciones de estudiantes contra el uso de combustibles fósiles, detalla que este desolador escenario se debe al derretimiento de los glaciares en el mundo, principalmente en Groenlandia y la Antártida.
Esta pérdida no solo aumenta el nivel de las aguas sino también incrementa la temperatura en los océanos, explican los científicos del IPCC. Por ejemplo, en la Antártida, la pérdida de hielo en el periodo 2007-2016 se triplicó en comparación a la década anterior; mientras que en Groenlandia se duplicó en el mismo periodo.
Además, el informe especial del IPCC muestra que, hasta la fecha, los océanos han absorbido más del 90% del exceso de calor del calentamiento global y que hasta el año 2100 absorberán de 2 a 3 veces más que en el periodo comprendido desde 1970 hasta el 2019. Pero si el incremento de temperatura excede los 2 grados centígrados, la absorción será entre 5 y 7 veces mayor. Ello reducirá el suministro de oxígeno y nutrientes necesarios para la vida de especies marinas.
«Al año 2100 los océanos tendrán una elevación de hasta 110 cm»
Pero este aumento de la temperatura promedio del mar no solo es negativo para el ecosistema marino, pues el mar abosorve gran parte de este calentamiento. «Si no fuera por los océanos, la temperatura actual del planeta sería de más de 50 grados centígrados. Gracias a ellos es que estamos aún vivos”, explica Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú.
El informe detalla los efectos del calentamiento global sobre los océanos: acidificación de las aguas, reducción de oxígeno y cambios en el suministro de nutrientes. Todo esto ha llegado a afectar la vida marina actual. “Las comunidades que dependen en gran medida de los productos alimentarios marinos pueden verse confrontadas con riesgos para la salud nutricional y la seguridad alimentaria de sus integrantes”, alerta el estudio.
GLACIARES ANDINOS. Durante los últimos 50 años el Perú ha perdido más del 60% de sus glaciares. El Pastoruri, en Áncash, ha sido uno de los más afectados.
FOTO: Andina
Según el científico de Oceana, todos nuestros peces son de aguas frías: anchovetas, sardinas, caballa, pejerrey, etc. Por ello, considera que la mayor parte de la pesca industrial peruana no sobreviviría con un incremento de la temperatura en el mar. “Para un sistema pesquero industrial como el nuestro, donde el 90% depende de una sola especie de agua fría que es la anchoveta, el aumento de temperura sería catastrófico”, afirma Riveros.
Aumentarán los Fenómenos del Niño y la Niña
El informe especial del IPCC muestra que Fenómenos del Niño y la Niña, que arrastran aguas cálidas y frías hacia nuestras costas, van a ocurrir con mucha más frecuencia y que estos van ser cada vez más intensos.
“Estos fenómenos son como simulacros para nosotros, para prepararnos de lo que será normal en unas décadas. Pero es indudable que el impacto que tienen en nuestra economía, por el sector pesquero industrial, es muy fuerte. Desde el 2014 tenemos un tren de “Niños”, que han causado que tengamos una muy baja de producción y eso trae consecuencias económicas, de menor empleo, menor exportación”, explica Riveros.
Los científicos del IPCC advierten que de aquí al año 2100, el nivel del mar podría registrar una elevación de 30 a 60 cm, incluso así se logre una drástica reducción de gases de efecto invernadero causadas por actividades humanas. Sin embargo, el reporte presenta un escenario aún más devastador si es que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo en el mismo ritmo que ahora; en ese caso, el nivel de los océanos subirá hasta más de un metro.
«La pérdida de hielo en la Antártida entre el 2006 y 2016 se triplicó respecto a la década anterior»
Otros datos muestran que los fenómenos naturales, que se producían cada 100 años en el pasado, se van a producir “al menos una vez por año” al 2050 con cada grado que aumente en la temperatura de la atmósfera. Esto elevará los riesgos de ciclones, lluvias intensas e inundaciones en pequeñas islas y ciudades costeras de baja altitud, donde actualmente vive el 20% de la población mundial (1.350 millones de personas).
Los autores del informe creen que con un monitoreo a largo plazo y con mejor tecnología en los pronósticos climáticos, se podrían manejar los riesgos que traerían los próximos Niños y Niñas en la salud, la agricultura, la pesca, las inundaciones y la vida silvestre.
Sequía en las regiones montañosas
Los glaciares de menores dimensiones -como los que se encuentran en Europa, los Andes, África e Indonesia- también se verán afectados. Estos “perderán más del 80% de su masa de hielo de acá al año 2100” debido al aumento de temperaturas, indica el informe.
Además, informa sobre el riesgo que tendrán los habitantes de regiones montañosas, ya sea por la desglaciación que traerá una futura escasez de agua, e incluso avalanchas, inundaciones y desprendimientos de rocas que podrían afectar a las ciudades o poblados aledaños así como al sector agrícola e hidroeléctrico.
“Puede que, para muchas personas, el mar abierto, el Ártico, la Antártida y las zonas de alta montaña parezcan distantes, pero dependemos de esas regiones en lo concerniente al tiempo y el clima, la alimentación y el agua, la energía, el comercio, las actividades turísticas, la salud y la cultura”, sentenció Hoesung Lee, presidente del IPCC en la exposición de su informe especial el pasado 25 de septiembre, en Mónaco.