La sostenibilidad de los recursos pesqueros es uno de los principales objetivos y preocupación de la industria pesquera responsable, representada por las empresas que conforman la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). El desarrollo de una actividad sostenible nos permite ser una fuente permanente de alimento, empleo y bienestar económico y social para todos los ciudadanos.
La muestra del manejo responsable y sostenible en los más 60 años de vigencia de esta actividad se evidencia claramente en los resultados mostrados el 2018, que fue el año de la confirmación de la buena salud de la biomasa de anchoveta, con una medición de casi 11 millones de toneladas, nivel 35% superior al promedio de los últimos 25 años.
Seguramente pronto conoceremos los resultados del Crucero de Investigación, desarrollado por el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) -cuya solidez técnica y científica es indiscutible-, y su recomendación para que el Ministerio de la Producción determine la oportunidad del inicio de la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona centro norte del país.
Hoy, el Perú necesita recuperar el dinamismo de la economía, más aún frente a la situación de incertidumbre que se registra en algunos sectores económicos, por lo que la actividad pesquera, siempre respetando el sustento científico, podría impulsar el Producto Bruto Interno (PBI), debido a su efecto multiplicador en la economía del país, el cual se traduce en compra de bienes y servicios por parte de las empresas, así como en los mayores ingresos de los pescadores, trabajadores y sus familias. La pesca siempre está y estará para aportar al desarrollo del país.