Con la tercera mayor capacidad de recolección de anchoveta del sector pesquero industrial, Diamante ha recibido expectante el 2018, que se anunció con una biomasa de 11 millones de toneladas, la mayor de los últimos 25 años, y una primera temporada de 3,3 millones. Es que este año esperan recuperar las ventas de hace seis y retomar el plan estratégico de largo plazo, con el que desean dar el salto hacia el mercado alimenticio.
El 2017 empezó prometedor con una cuota de 2,8 millones de toneladas, pero finalizó luego de una temporada de apenas seis semanas.
¿Cómo proyectan el 2018?
Las compañías han estado golpeadas, han detenido inversiones e implementado planes de reestructuración. Nosotros cerramos las plantas de Bayóvar (Piura), Samanco (al sur de Chimbote) e Ilo (Moquegua). Movimos los equipos de esas plantas a las de Chicama, Callao y Supe.
Así, luego de un largo procedimiento en Produce, se hicieron los incrementos de las licencias, que nos permiten procesar un 15% más que antes.
El proceso de reestructuración operativa en plantas se realizó en el 2016 y el 2017. El 2018 es el primer año que estamos cosechando las inversiones de esos años de El Niño y El Niño costero. Este 2018 deberíamos tener el mejor año de los últimos seis.
¿Cuánto han avanzado esta temporada?
Estamos al 82% y deberíamos terminar antes del primer partido del Perú en el Mundial [16 de junio]. La estrategia que nos trazamos es terminar antes del 15 de junio, por temas del mar y de la incertidumbre de siempre. Hoy somos los primeros en cuanto a avance de pesca y tenemos la mejora calidad de harina del Perú.
¿Cómo la miden?
Es un ‘benchmark’ entre empresas pesqueras, realizado por un independiente que trabaja para todo el sector. Del volumen capturado, el 80% es ‘prime’ y ‘superprime’. No es producto del azar, sino de una estrategia planificada en los últimos dos años.
¿Cuál ha sido el plan?
Hemos invertido en cuatro plantas de la costa norte unos US$3 millones en bombas de descarga y US$3,5 millones en sistemas de frío, motorización y equipos electrónicos de Daniella, un barco de 450 m3. También hemos adaptado la embarcación Don Juan, de 730 m3, que era para consumo humano directo, a consumo humano indirecto.
Hemos pasado de 25 a 27 barcos y este año estamos comenzando la construcción de un barco multiespecie de 550 toneladas, con una inversión de US$4 millones. Va a ser el barco número 28 y comenzaría a operar al final de la primera temporada del 2019.