LIMA
Las pesquerías artesanales son un tópico de gran interés a nivel internacional, particularmente para la FAO, debido a que la sobreexplotación y la deficiente gestión del recurso afectan la seguridad alimentaria de las poblaciones que dependen de él para su subsistencia.
Con respecto a ello, la Amazonía peruana no es una excepción, porque a pesar de la importancia estratégica que significa el recurso pesquero para la alimentación y la economía de la población local, se viene aplicando un modelo de gestión inadecuado que, al haber sido diseñado para el entorno marino-costero, no toma en cuenta las características del contexto amazónico.
Ante esta situación, el Instituto del Bien Común – IBC promueve un modelo alternativo de gestión pesquera, específico para Amazonía, que se viene aplicando con éxito en Huánuco, Loreto y Pasco, con importantes beneficios para las poblaciones locales.
Este modelo es el tema central del libro “Gobernanza colaborativa en la pesca”, de reciente publicación, y ha sido construido en base a evidencia científica y social, así como a partir de acuerdos de autoridades políticas, de usuarios y del equipo técnico del IBC, quienes han reflexionado y evaluado las mejores opciones para la gestión de su problemática pesquera y la promoción de su desarrollo.
En la Amazonía, la pesca es muy importante, pues representa “la primera fuente de proteína y recurso estratégico, no sólo como alimento y elemento necesario en la cosmovisión del hombre de la Amazonía, sino que hace una contribución importante a la seguridad alimentaria y empleo en el mundo”, acotó Carlos Reyes, director regional de Pesca Artesanal (Direpro- Loreto) y mencionó que el consumo de pescado per cápita para hogares rurales puede alcanzar hasta 253 kg/año, en la comunidad de Tierra Firme, en Loreto, según revelan datos contenidos en el libro.
Asimismo, destacó la necesidad de hacer comprender a los gobernantes que existen nuevas herramientas para gestionar pesquerías multiespecíficas, como las amazónicas, basadas en la colaboración entre actores, que deberían ser tomadas en cuenta por las políticas nacionales.
Por su parte, Cristina López, asesora de la congresista Patricia Donayre, resaltó el valor económico que brindan las pesquerías a las poblaciones amazónicas, aportando en 2016 ingresos por valor de S/60 millones para las regiones de Loreto y Ucayali. “A pesar de la innegable importancia de la pesca amazónica, llama la atención el insuficiente presupuesto público que se asigna anualmente para su desarrollo” acotó.
Añadió que desde el Estado se deben incorporar nuevas estrategias y medidas regulatorias de protección del recurso; de lo contrario, las comunidades indígenas se verán seriamente perjudicadas. Señaló que el marco legal es insuficiente para la realidad amazónica y que los instrumentos y enfoques están diseñados para la pesca marina y comercial. Por ello, desde el despacho de la congresista Patricia Donayre se impulsa el Proyecto de Ley 3050 -modificación de la ley general de pesca-.
Con este proyecto “se busca incorporar algunos mecanismos de gobernanza de la gestión pesquera, así como condiciones y enfoques que ayuden al desarrollo de la pesca amazónica”, refirió. Por último, resaltó que la legislación nacional debe reconocer los valores y conocimientos locales de pesquería.
Según Vanessa Rodríguez, coautora del libro, este modelo alternativo ofrece un valioso recurso para hacer frente a la actual situación de vacío institucional que rodea a aspectos claves de la gestión pesquera, y para hacer frente a los desafíos que este tipo de gestión enfrenta, integrando los instrumentos y estrategias públicas con las estrategias y herramientas comunitarias.
Entre las características del modelo, destacó su flexibilidad, dinamismo y capacidad de adaptación a la diversidad que presenta el contexto amazónico. Asimismo, permite la articulación de diversos actores locales vinculados a la pesca, en el marco de espacios de consenso y decisión.
“Por primera vez se cuenta, en la Amazonía peruana con una estrategia de gestión que va más allá del corto plazo y que tiene un enfoque integral, desde la visión de cuenca o de paisaje, y que además acerca la implementación de la gestión pesquera regional a los puntos de extracción. Es decir, permite implementar medidas en el lugar donde se produce el aprovechamiento y no únicamente en los puntos de desembarque, como ocurre en el modelo oficial. La regulación pesquera no puede apoyarse únicamente en factores técnicos y datos científicos, sino que debe incorporar los conocimientos tradicionales y las normas de regulación de conducta de los pueblos indígenas y ribereños”, concluyó.
El director del IBC, Dr. Richard Chase Smith, comentó que este libro “representa una oportunidad de impulsar mecanismos de colaboración para mejorar la gestión pesquera en la Amazonía, fortalecer el marco normativo y respaldar las iniciativas de implementación del modelo alternativo actualmente en curso. Tengo la convicción de que ello redundará en beneficio de la seguridad alimentaria y la economía de los pobladores y la conservación de los ecosistemas”.