- Cerrará el año con un volumen importado cercano a las 1.150.000 toneladas debido a caída de precios en los cultivos de consumo local y a la baja productividad de la agricultura familiar.
- La compañía líder en soluciones para la nutrición de cultivos mantiene su foco en el desarrollo de productos edáficos, solubles, líquidos y foliares. Espera cerrar el año con ventas de productos premium superiores al 50% del volumen total importado por Yara.
El mercado de fertilizantes cerraría este año con un volumen importado cercano a las 1.150.000 toneladas métricas, cifra ligeramente superior al año anterior (1.1 millones). Sin embargo, a diferencia del 2018, el volumen importado de productos genéricos aumentaría en contraposición de los productos especializados que contienen micronutrientes en su formulación.
En el marco del Día Mundial de los Fertilizantes, Para Paulo Yvan, Director Regional de Yara, compañía líder en soluciones para la nutrición de cultivos, explica que el aumento en volumen de genéricos responde a dos razones principales: la caída de los precios en los cultivos de consumo local como la papa, el arroz y el café, y la baja productividad de la agricultura familiar. Sin embargo, en el sector agroindustrial, la venta de fertilizantes con micronutrientes va en crecimiento por una mayor tecnificación.
“Los pequeños y medianos agricultores, aquellos que contribuyen con la seguridad alimentaria del país y generan trabajo para muchas familias peruanas, tienen uno de los rendimientos más bajos por hectárea de la región porque no están acostumbrados o no tienen los recursos para aplicar fertilizantes (más del 55% no aplica según el CENAGRO 2012). Al producir una menor cantidad de alimentos, no pueden competir en precio con los mismos productos importados de otros países, como el arroz asiático. Por ende, no alcanzan una rentabilidad que les permita invertir en buenas semillas o fertilizantes, insumos que determinan la productividad agrícola. Así, permanecen en un círculo vicioso del cuál es muy difícil salir si no tienen acceso al crédito o alguna subvención como se da en otros países”, explica Yvan.
A pesar del contexto actual, Yara se mantiene firme en el cambio de su estrategia comercial. Desde hace unos años, se planteó como objetivo sustituir gradualmente la venta de genéricos por productos premium (fertilizantes minerales especializados propios). El año pasado, la venta de dicho portafolio significó el 40% del volumen total; mientras que este año, pasaría a ser el 52%. Para el 2020, la compañía noruega espera que el volumen de productos premium represente más del 60% de sus ventas y reduzca la importación de genéricos.
“Somos líderes en el segmento de fertilizantes premium. Nuestras soluciones incluyen fertilizantes más eficientes y menos contaminantes que los productos genéricos; además, generan una mayor rentabilidad para el negocio y para nuestros clientes. A lo largo del año realizamos una serie de ensayos demostrativos en cultivos como papa, arroz, maíz y café, para demostrarle a los agricultores el efecto en productividad que tienen nuestros programas de nutrición balanceada, versus los programas de nutrición convencional en los que predomina la urea, por ejemplo. Los resultados en rendimientos superan el 25% en la mayoría de los casos”, señala Yvan.
Yara invierte esfuerzos y recursos a lo largo de todo el país en capacitaciones, charlas y talleres para productores, sobre un adecuado manejo del cultivo y nutrición balanceada. Para ello, cuenta con más de 20 especialistas agrónomos en campo que se encargan de estas actividades. En promedio, cada uno realiza 45 capacitaciones a las que asisten entre 30 y 60 agricultores, dependiendo de la zona de producción y del tipo de cultivo. En total, cada año impacta de manera directa entre 27,000 y 54,000 pequeños y medianos agricultores.
Según un estudio de la universidad de Yale, los fertilizantes minerales son la innovación que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad gracias a que producen más la mitad de la comida, para personas y animales, en el mundo.
Sobrecostos para el agricultor
Del total de fertilizantes que se importa en el Perú, el 95,4% se encuentra exonerado del IGV; sin embargo, se trata sólo de fertilizantes convencionales (conteniendo únicamente Nitrógeno, Fósforo y/o Potasio) que no aportan micronutrientes a los cultivos. El restante 4,6%, que son los fertilizantes especializados con micronutrientes en su composición, se encuentra afecto al pago de IGV.
Para Juan Manuel Benites, ex ministro de agricultura, los agricultores peruanos no son competitivos debido a que lidian con precios bajos, baja productividad y sobrecostos por muchas razones, pero, en especial, debido a la trampa del IGV.
“Productos como la papa, el arroz, etc., están exonerados del IGV y eso es bueno para productores y consumidores. Sin embargo, debido a esta exoneración justificada, los agricultores no tienen derecho a descontar el IGV como crédito fiscal y todo el IGV que pagan por sus insumos para producir, se convierten en sobrecostos. Los fertilizantes con micronutrientes, por ejemplo, no están exonerados del pago de IGV. Estos son más eficientes, generan mayores rendimientos y calidad y son más limpios”, agrega Benites.
“Entonces, los productores tienen 2 opciones: 1) o los compran sin poder descargar el IGV pagado en su compra, convirtiéndose ese IGV en sobrecosto; o 2) no compran estos fertilizantes y no logran producir la cantidad suficiente para ser rentables. Exonerar los insumos ayudaría a mejorar la competitividad y productividad de la agricultura familiar”, concluye.