El mar peruano alberga diversas especies cuya pesca racional contribuye a la economía productiva y al medioambiente. El Estado tiene la responsabilidad de protegerlo, implementando vedas que aseguren la sostenibilidad de sus recursos.
A nivel internacional, el mar peruano es reconocido como uno de los más ricos del mundo. A la fecha se han identificado en sus aguas 1 088 especies marinas; 1 980 tipos de moluscos; 508 tipos de crustáceos y más de 600 variedades de algas y equinodermos.
De acuerdo con la Ley de Pesca, en el Perú todos los recursos hidrobiológicos son considerados patrimonio de la Nación y, por lo tanto, merecen la protección del Estado. Una de estas formas de protección es mediante el establecimiento de períodos de veda.
La veda es un espacio de tiempo destinado a limitar la pesca o caza, transporte y comercialización de los recursos hidrobiológicos a fin de proteger su reproducción, evitar la sobreexplotación y promover el uso sostenible de estos recursos para asegurar su conservación.
El cumplimiento de los periodos de veda es importante porque contribuye a mantener el equilibrio ecológico y la salud de los ecosistema, permitiendo que las especies se reproduzcan y recuperen sus poblaciones, según lo explica la ingeniera Jacqueline Palacios, coordinadora de investigaciones del Instituto del Mar del Perú (Imarpe).
“Las vedas permiten proteger a las especies, contribuyendo a que sus procesos biológicos, tales como reproductivo, crecimiento, reclutamiento o migración, se desarrollen en favor de la sostenibilidad de los recursos. Contribuye en la regulación de la pesca. Las vedas ayudan a regular la pesca y evitar la sobreexplotación de los recursos pesqueros al establecer periodos de descanso, se permite que los recursos se mantengan en niveles saludables y sostenibles», manifestó.
Calendario de vedas
En el Perú existe un calendario de vedas administrado por el Ministerio de la Producción que a la fecha ha establecido periodos para 15 especies hidrobiológicas, incluyendo aquellas presentes en los ríos y cuencas de la sierra y la selva del país. Para los tres primeros meses del 2024, la veda se aplica para el tiburón martillo, el cangrejo de manglar, el langostino de mar, el camarón de río, así como el paiche, la arahuana y el boquichico que se encuentran en la selva.
La correcta aplicación y cumplimiento de las vedas en la pesca contribuye al fortalecimiento de esta actividad productiva que en el Perú genera empleo a más de 700 mil personas, en sus etapas de extracción y su procesamiento, y que contribuye con cerca del 1.5% del Producto Bruto Interno, según precisa Mónica Muñoz Nájar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Muñoz Nájar señala, además, que, de no gestionarse adecuadamente las vedas, podría generar pérdidas económicas considerables en el sector.
«Para darnos una idea de las pérdidas, la pesca ilegal se estima que en el mundo le cuesta a todos 23 000 millones de dólares pero cuando lo vemos a solo Perú la Marina de Guerra ha estimado que el costo puede estar entre los 260 y 400 millones de dólares, así es que estamos hablando de una pérdida significativa todos los años. Si a esto le sumamos el impacto que puede tener sobre los stocks pesqueros, que hay una sobre pesca, estamos hablando de pérdidas realmente millonarias que pueden afectar sustento de miles de personas”, aseveró.
Impacto de los periodos de veda
Los periodos de veda impactan de manera positiva en la seguridad alimentaria de la población al garantizar el acceso y el consumo de productos hidrobiológicos de calidad y alto valor nutricional. Su incumplimiento no solo pone en riesgo a las especies protegidas o generar pérdidas económicas, sino que también pueden acarrear responsabilidades legales.
Así lo advierte Percy Grández, asesor legal de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, quien señala además que las penas por incumplir los periodos de vedas pueden pasar por las multas administrativas, el decomiso de la pesca ilegal, la incautación de las embarcaciones e incluso la cárcel.
“Tienen dos consecuencias en la vía legal. Se le pueden imponer una sanción administrativa y además también se puede decomisar el recurso extraído de manera ilegal. Y en la vía penal también pueden ser sancionados con hasta cinco años de pena privativa de la libertad y si es que esta actividad ilícita se realiza en un área marina protegida, esto constituiría un agravante y la pena puede elevarse hasta siete años de prisión”, enfatizó.
Las vedas son herramientas eficaces para la conservación y el aprovechamiento de los recursos pesqueros y también generan beneficios ambientales, económicos y sociales para el sector que se dedica a la pesca.
FUENTE: RPP