La industria pesquera responsable cumple normas ambientales. Las plantas productoras de ingredientes marinos (harina y aceite de pescado) han introducido cambios para cumplir los Límites Máximos Permisibles (LMP) de efluentes, emisiones e innovación tecnológica, así como del cambio gradual de la matriz energética a gas natural.
Los límites máximos de efluentes y emisiones son exigibles hace varios años, y los mismos son fiscalizados de manera permanente por el OEFA.
En cuanto al cambio de la matriz energética, desde el año 2004, que entró en operación el proyecto Camisea, se puede emplear un combustible limpio y económico, con un mínimo impacto en la generación de gases de efecto invernadero. Así, la llegada de gaseoductos a las ciudades pesqueras ha sido recibida con beneplácito, ya que la industria rápidamente ha hecho el cambio de energía hacia el gas natural, con la consiguiente eficiencia energética y ambiental. Este ha sido el caso en Callao, Tambo de Mora y Pisco.
En el caso de Chimbote, estamos a medio camino de que un sistema a base de camiones de gas licuefactado permita atender a parte de la industria, y ya las plantas de nuestras empresas asociadas -Hayduk, Exalmar y Austral Group- se han acogido al mismo, en un esfuerzo por reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La migración de otras plantas de Chimbote y de otras ciudades del país requiere ampliar el alcance de los gaseoductos, de tal manera que se pueda llegar a un 100% de conversión en un plazo acotado de años.
Seguiremos esforzándonos por tener una industria cada vez más limpia, en la que sin duda la ampliación de los gaseoductos permita potenciar los esfuerzos en curso.