Cada vez es más frecuente la incursión de mujeres en sectores productivos como la pesca y acuicultura, actividad tradicionalmente vinculada al género opuesto. Hoy por hoy, tenemos el desafío de promover la igualdad de oportunidades en todo ámbito.
La mujer siempre ha tenido un papel fundamental en la sociedad. Con el paso de los años y con las muchas batallas que tuvo que emprender, demostró que sus capacidades iban más allá de lo que culturalmente se les impuso y, en la actualidad, asumen importantes desafíos en el ámbito personal y profesional.
En el caso de la actividad pesquera, a nivel mundial existe una marcada división del trabajo en donde las mujeres tradicionalmente participan en las tareas que tienen lugar en tierra y requieren abundante destreza y tiempo, es decir, se encargan de la confección y reparación de redes, el procesamiento previo y posterior a la extracción de recursos marinos, así como de su comercialización. Sin embargo, rara vez se encuentran presentes en la actividad de captura directa de los recursos pesqueros.
En la actualidad enfrentan nuevos retos y ante la necesidad de diversificar sus actividades económicas, grupos de mujeres han comenzado a organizarse en cooperativas pesqueras con el fin de elevar su perfil dentro de las mismas comunidades y a nivel de gobierno.
Podemos rescatar, entonces, algunos emprendimientos de grupos de mujeres que se dedican a la actividad pesquera y que empiezan a popularizarse. Este el caso de la empresa Karin Ecofish, un emprendimiento social que aporta un valor agregado a la pesca artesanal, mejorando la calidad de vida de mujeres en Pucusana, así como también la Asociación Mujeres Sin Fronteras de Playa Blanca – Sechura, integrada por once pescadoras, quienes gracias al apoyo de instituciones públicas y privadas han iniciado emprendimientos acuícolas, turísticos y gastronómicos. También tenemos el caso de las mujeres de la caleta de Quilca – Arequipa, quienes se aventuran con gran destreza en la pesca de altamar.
Si bien es cierto, queda un largo camino por recorrer en la reducción de brechas de género es importante resaltar que el sector pesquero va en buena dirección, debido a que se observa con mayor frecuencia que las mujeres se están abriendo paso en altos cargos directivos y gremiales, como es el caso de la Sociedad Nacional de la Pesca Artesanal (Sonapesca), organización que reúne a distintos gremios y asociaciones de la pesca artesanal del Perú y que en el 2022 eligió a una mujer como su máxima representante.
Como dato relevante, en el año 2016, la FAO indicó que cerca de la mitad de los trabajadores de la pesca a pequeña escala son mujeres. Sin embargo, a nivel mundial, las mujeres representan el 19% de los trabajadores en la fase de captura y el 90% de los puestos ocupados en la fase de procesamiento y comercialización. Sin duda, tenemos el gran desafío de promover mayor igualdad de oportunidades para mujeres en el sector pesquero y acuícola, pues su participación en el desarrollo económico y social es crucial para el progreso de nuestro sector y del país.
Escrito por: Ing. Yoshio Granda Távara