Hasta 80 embarcaciones que utilizan el método de pesca de chichorro operan informal e ilegalmente en el mar de San José y Mórrope, en la región Lambayeque. En este informe conozca qué especies pone en riesgo esta actividad y cómo afecta la economía de los pescadores.
Hasta 80 embarcaciones chinchorreras sin autorización navegan dentro de las 5 millas del mar de los distritos de San José y Morrope, en Lambayeque, según información de la Gerencia Regional de la Producción. La pesca con chinchorro es ilegal y consiste en lanzar redes al mar y jalarlas con el impulso de un motor para captar todo tipo de especie incluso las protegidas por el Estado.
Cada embarcación captura tres toneladas de especies marinas sin ningún control, entre ellas, ejemplares juveniles de bonito y bagre lo cual genera que su población disminuya, dijo la gerente de Desarrollo Productivo, Patricia Ocampo Escalante.
“Cada uno de esos chinchorreros, por los que nos comentan, están reportando que extraen hasta tres toneladas diarias, registros que no podemos controlar al ser una actividad informal, y al iniciar este año, justamente, reportábamos alrededor de 80 chinchorreros en Lambayeque, un número bastante grande. Y ahora, actualmente, estamos reportando 30”, declaró a RPP Noticias.
Este escenario preocupa a las autoridades porque se está depredando diversas especies debido a que no son aptas para su comercialización por su tamaño pequeño, dice Patricia Ocampo.
“Son todo tipos de tiburones desde donde está el anchelote, la tintorera, las rayas, los bonitos, chulas y bagres. Están arrasando con todo, inclusive las tallas mínimas, lo que está afectando futuros meses porque están en época de reproducción. Esas pequeñas especies las están o eliminado en la playa, que fueron los primeros reportes que tuvimos; o enterrando para evitar que nos demos cuenta”, añadió.
Esta actividad ilegal también pone en riesgo la pesca artesanal y la economía de los pescadores. Entre San José y Mórrope, unas 400 embarcaciones chalaneras formales han visto disminuir su pesca, según cuenta Cristhian Fiestas Balladares, pescador de San José.
“Mayormente está saliendo cachema, están saliendo algunos toyitos, y también están saliendo algunos congrios, pero escasamente. Te estoy hablando de un porcentaje de 20 kilos o 15 kilos diarios, pero ahí vamos”.
Los pescadores esperan que se erradique a las embarcaciones con chinchorro porque atentan contra la seguridad alimentaria de las familias más pobres, y operan con total informalidad. Esto dijo José Ramos Llontop, presidente de la Asociación de Armadores y Pescadores Artesanales.
“Nosotros somos embarcaciones pesqueras, legalmente, con nuestro permiso de pesca, las matrículas, tenemos todo en orden, pero los señores, los carros no tienen tarjeta de operatividad, sus embarcaciones no tienen matricula, no tienen permiso los choferes, los pescadores no son pescadores”, reclamó.
Pescar con chinchorro es agresivo y un delito ambiental penado con entre 3 y 5 años de cárcel, sin embargo, ni el Ministerio de Producción ni la Fiscalía han logrado sanciones ejemplares. El abogado Fabio Castagnino Ugolotti, asesor en Manejo de Recursos Marinos de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, lo explica.
«Imarpe ha realizado distintos estudios para determinar el impacto de los chinchorros y ha determinado con bastante certeza que en donde se utilizan, la abundancia y la diversidad de los recursos hidrobiológicos, disminuyen drásticamente, y esto tiene un efecto negativo para todas las comunidades de pescadores que utilizan artes de pesca más selectivos, más amigables con el medio ambiente. Esto no solamente se da en las costas de Lambayeque, sino en las costas de Ica, Lima, Arequipa, La Libertad, y Piura, en la reserva nacional de Illescas”, indicó.
Las autoridades regionales anuncian que gestionarán la presencia del Ejército y la Marina en los operativos para proteger al mar lambayecano de la depredación y garantizar el trabajo de sus pescadores. Mientras ello no ocurra, más especies marinas morirán en las redes de los depredadores.
FUENTE: RPP