Tendrá mirada estratégica y enfoque territorial para hacer de la acuicultura un motor de desarrollo para el país.
El Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) viene trabajando con los equipos técnicos del viceministerio de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción y articulando con representantes de la sociedad civil, la academia y los gremios privados, la elaboración de una política nacional de acuicultura que marque la ruta de desarrollo y crecimiento de la acuicultura peruana al año 2030.
David Ramos, director ejecutivo del PNIPA, sostuvo que el proceso de formulación de la propuesta ha venido desarrollándose a través de talleres macrorregionales, encuestas, entrevistas y talleres internos con las diferentes direcciones de Acuicultura, Asuntos Ambientales, Políticas y Análisis Regulatorio del Viceministerio de Pesca y Acuicultura del Produce.
Asimismo, refirió que también se trabajó con el sector privado y la sociedad civil, con el fin de desarrollar una propuesta de política como herramienta fundamental para lograr un crecimiento sostenido y sostenible, además de mejorar la competitividad acuícola en el Perú.
“Son más de 150 actores representativos con los que venimos coordinando, lo que permitirá -además de enriquecer los alcances de la política- tener una mayor legitimidad y consenso para su futura aprobación e implementación”, destacó.
Explicó que un aspecto clave que se busca remediar, es la limitada competitividad de la cadena de valor de la acuicultura, lo que origina diferentes consecuencias como la escasa oferta dirigida a los mercados nacionales y extranjeros así como la baja diversificación y sofisticación de las cadenas de valor y tecnologías, entre otros.
Ante esto, la Política Nacional de Acuicultura -que ha sido socializada con la Mesa Ejecutiva para el Desarrollo del Sector Acuícola, conformada por gremios como la Sociedad Nacional de Acuicultura, Sociedad Nacional de Pesquería, Sociedad Nacional de Industrias, ADEX y entidades públicas- busca como situación futura deseada al año 2030, que la acuicultura peruana sea “más competitiva, sostenible, resiliente al cambio climático y diversificada”.
Además, incrementar el valor de las ventas totales y aumentando su porcentaje de participación en la producción acuícola de América Latina y El Caribe, dentro de un marco de institucionalidad y de I+D+i efectivos, coordinados y estables, con capacidad para contribuir a la seguridad alimentaria y la calidad de vida de la población.
Entre las diversas soluciones contenidas en la propuesta de política destacan el fortalecimiento de la institucionalidad sectorial y de la cooperación público – privada, así como el cierre de brechas de competitividad a través de programas de innovación estratégicos en cadenas de valor.
Otros aspectos son la optimización y simplificación de la fiscalización y trámites administrativos, la promoción para la inversión en infraestructura habilitante priorizada, también reforzar la sostenibilidad de la acuicultura y su adaptación al cambio climático.
FUENTE: Andina