La organización estadounidense Oceana analizó, durante un periodo de tres años y medio (de enero del 2018 a abril del 2021), las señales de GPS transmitidas por unos 800 barcos que entonces operaban cerca de aguas argentinas.
Cientos de buques pesqueros, en su mayoría chinos, desaparecen con frecuencia de los radares públicos frente a las aguas de Argentina, denunció la ONG de defensa de los océanos Oceana, al señalar que “podrían estar saqueando” recursos marinos del país sudamericano.
La organización estadounidense Oceana analizó, durante un periodo de tres años y medio (de enero del 2018 a abril del 2021), las señales de GPS transmitidas por unos 800 barcos que entonces operaban cerca de aguas argentinas.
A través del sitio Global Fishing Watch, que puso en marcha con Google y la empresa SkyTruth, puede visualizar su itinerario en un mapa y determinar, mediante algoritmos que estudian su trayectoria y velocidad, sus actividades pesqueras.
A lo largo del periodo, se detectaron 900,000 horas de “pesca visible”, en un área de aguas internacionales comprendida entre la frontera de la zona económica exclusiva de Argentina y sólo hasta 20 millas náuticas mar adentro.
Casi el 70% de esta cantidad de horas fue realizado por unos 400 buques chinos, un 26% por buques surcoreanos, españoles y taiwaneses, y sólo 1% por buques argentinos.
Además, las actividades de estos buques estuvieron “ocultas” durante más de 600,000 horas, según estimaciones de Oceana: en más de 6,000 ocasiones, el Sistema de Identificación Automática (AIS) no transmitió información durante más de 24 horas, desapareciendo así del mapa, a menudo durante varios días.
“Estos barcos que desaparecen frente a las aguas nacionales de Argentina podrían estar saqueando sus aguas de forma ilegal”, denunció el activista Beth Lowell en un comunicado.
En abril del 2020, algunos barcos fueron sorprendidos in fraganti en aguas argentinas con sus sistemas de identificación apagados, informa Oceana.
Más del 66% de estos buques sospechosos identificados por la ONG eran buques chinos que pescaban calamares.
Los calamares migran a alta mar para reproducirse, y como sólo viven un año, “la sobrepesca puede tener graves repercusiones para la población (de la especie) al año siguiente”, explica el informe de la organización. Además, muchas otras especies se alimentan de los calamares, como el atún y el pez espada.
Aproximadamente, la mitad de la pesca mundial de calamares procede de Argentina, donde la industria pesquera es económicamente importante.
El informe también señala a los barcos españoles, casi el 90% de los cuales “aparentemente apagaron sus dispositivos de seguimiento público al menos una vez”.
La ONG pide un mejor control de estas flotas extranjeras, incluyendo la obligatoriedad del uso del Sistema de Identificación Automática de Buques en todo momento.
FUENTE: Agencia AFP / Gestión