Según la FAO, el Perú no supera el 50% de la producción acuícola como porcentaje de la producción pesquera total. Gino Toscanelli, especialista en el sector, afirma que la meta al 2030 es pasar de ese 1.4% a 10%.
En el año 2000, la producción acuícola nacional alcanzaba las 10,000 toneladas y durante los últimos 3 años alcanzó en promedio 150,000 toneladas/año, lo que evidencia un incremento en casi 15 veces durante las últimas dos décadas. Si bien es cierto, la mayor producción es importante, no obstante, si lo comparamos con la producción de otros países de la región, aún nos queda mucho camino por recorrer. Así lo consideró Gino Toscanelli, Jefe de línea de Pesca en Manuchar Perú.
De acuerdo con Toscanelli, en promedio, la producción acuícola nacional es de 150 mil toneladas al año y se espera alcanzar las 200 mil toneladas al 2025, teniendo en cuenta que el consumo per cápita a nivel mundial de productos pesqueros y acuícolas asciende a 20 kg por año. Sin embargo, pese a este crecimiento, el sector acuícola aún posee muchas oportunidades de mejora, debido a la gran biodiversidad de recursos hidrobiológicos y ambientes acuáticos disponibles tanto a nivel continental como costero y marítimo.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Perú se posicionó como uno de los diez principales países con la mayor producción total de pescado cultivado y silvestre en 2018, sin embargo, la producción acuícola en el Perú solo representa el 1.4 % del total de la producción pesquera.
“El Perú debe apuntar llegar al 10% de la producción pesquera nacional proveniente de la acuicultura para el 2030, lo que representaría una meta aproximada de 800 mil toneladas producidas en acuicultura. Por ello, para continuar con el crecimiento de esta actividad, será fundamental un mayor impulso por parte del estado y, desde las empresas, se debe empezar a mejorar la competitividad de las exportaciones en este sector”, añadió Toscanelli.
Oportunidades
La acuicultura en nuestro país es una actividad con gran potencial, debido a la alta dotación de recursos hidrobiológicos, sin embargo, la producción acuícola nacional está lejos de ese 50% que indica la FAO. Según Toscanelli, el vecino país de Ecuador, con menor potencial que nosotros, alcanza una producción acuícola del 70% del total de su producción pesquera.
En los últimos tres años, las exportaciones acuícolas nacionales sumaron alrededor de US$ 900 millones. El especialista de Manuchar, detalló que este avance se explica en el comportamiento de tres principales productos: los langostinos, con el valor exportado en un 55,02%, conchas de abanico y las truchas que reportaron un 29.31% y 14.54%, respectivamente.
Dichas cifras revelan que hay un amplio camino por recorrer en este sector, pero aún existen oportunidades de mejora, considerando que tenemos a países como China, Estados Unidos, Canadá y Países del Oeste Europeo como principales mercados de envío de los productos acuícolas, Toscanelli explica que es necesario innovar en este sector que tendrá un papel esencial en la alimentación mundial en los próximos años.
“Actualmente las empresas pesqueras vienen empleando insumos de calidad para el tratamiento de congelados y harina de pescado, sin embargo, la tendencia a nivel mundial es usar insumos saludables de origen orgánico o de fuentes naturales”, comenta el representante de Manuchar.
En este contexto, es necesario que las empresas alcancen los objetivos tecnológicos que se requieren a nivel industrial de forma más saludable y sostenible; que estabilice y retengan la humedad en los procesos de congelación, almacenamiento y comercialización; manteniendo las características organolépticas del producto como en su estado fresco, evitando alterar el sabor.
Mayor apoyo
Toscanelli explicó que la producción acuícola nacional es de 150,000 toneladas anuales. De este total, aproximadamente el 67% se destina al mercado interno consiguiendo ventas por un valor de US$ 600 millones en los últimos tres años.
El especialista consideró que sí se puede aumentar la producción nacional, pero es necesario el trabajo en conjunto entre el sector estatal, privado y los acuicultores. A lo que se suma desarrollar la infraestructura adecuada para transportar a la costa los productos acuícolas de la selva.