La flora y fauna en la Reserva Nacional de Paracas podría desaparecer si no se controla la pesca ilegal que se desarrolla empleando dinamita y con chinchorro.
La Policía de Medio Ambiente ha identificado que un grupo de pescadores artesanales realiza hasta siete faenas de pesca ilegal con explosivos principalmente, dinamita; y otras con redes con chinchorro dentro de la Reserva Nacional de Paracas, ubicada en la provincia de Pisco, región Ica, causando un daño irremediablemente a su ecosistema marino.
El director de esta zona protegida, Gonzalo Quiroz Jiménez, explica el alcance del problema. “En estos patrullajes, en estas actividades rutinarias de la reserva, hemos detectado alrededor de siete actividades de pesca con explosivos al mes en promedio. Entonces nosotros para erradicar o hacer frente, luchar contra esta actividad ilegal, hemos hecho alianzas con los pescadores, con los pescadores de cordel de la reserva, los hemos nombrado guardaparques comunales voluntarios”, manifestó.
Se conoció que las explosiones con dinamita impactan en promedio hasta 20 metros a la redonda y 20 metros de profundidad; y matan especies para consumo humano como la chita, corvina, y lenguado. Especies silvestres como delfines y tortugas también están en riesgo, dijo Quiroz.
“Esta actividad, como es una explosión, genera una onda expansiva que puede ser de 5 hasta 20 metros, y también de profundidad de unos 9 a 20 metros de profundidad. Entonces te genera toda un área de impacto, puede haber no solo especies de recursos hidrobiológicos aprovechables, o sea, hablamos de chita, corvina todas estas especies, sino puede haber fauna silvestre, acá en la zona de la reserva hay delfines, hay tortugas, hay otras especies que son de fauna y flora silvestre. Entonces la dinamita puede poner en riesgo especies que son objeto de conservación del área protegida”.
La policía ha identificado a 16 pescadores que usan dinamita, pero en los últimos 10 años solo dos fueron detenidos por este delito que es castigado hasta con cinco años de cárcel, según el Código Penal. Por ello es urgente fortalecer la fiscalización en los desembarcaderos autorizados, en donde también descargan la pesca ilegal.
“Estamos hablando de alrededor de una detención hace diez años de este pescador dinamitero, y ahora último, ya tenemos también una detención por tenencia ilegal de explosivos. Estamos trabajando en una estrategia de disuasión porque lo que no queremos es que se aumente los eventos de pesca, porque la mortandad es irremediable, tener especies en peligro de extinción no se puede, o costaría mucho remediar eso”, agregó Quiroz.
Pese a las normas del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y del Ministerio de Producción (Produce), el mecanismo para imponer sanciones es lento y hace falta personal especializado en instituciones como la Fiscalía, afirma Harold Castillo Veintimilla, director de la Asociación Pesca Sostenible.
“En la parte administrativa las multas en los gobiernos regionales se procesan sumamente lento, carecen de asesores legales y en muchos casos, por no decir la mayoría, todas las denuncias quedan prescritas antes de haber llegado a una sanción. Además, las fiscalías especializadas y la policía en materia ambiental no cuentan con logística ni con suficiente personal para poder apersonarse de inmediato a las playas para capturarlos en flagrancia, y estas personas siguen operando desde hace décadas de manera totalmente impune y cada vez con mayor intensidad y generando un mayor impacto al ecosistema”, indica.
En agosto el Concejo Regional emitió una ordenanza regional para defender las cinco millas marinas, y se ha instalado un comité integrado por diversas instituciones, sin embargo, el director de Producción de Ica, Elder Agüero Rospigliosi, reconoce que no es suficiente.
“Estamos aproximadamente doce personas, entre el ministerio de la Producción que tiene sus fiscalizadores y la dirección regional de la producción. No es suficiente, claro que no, también estamos coordinando con el Ministerio de la Producción para ver la posibilidad que puedan incrementar a los colegas que se encuentran en la zona, así como a nosotros a nivel del Gobierno Regional, para que nos puedan dar más personas que puedan hacer esta actividad”.
En Pisco hay 1500 pescadores artesanales, de los cuales el 80 % opera en la informalidad. Esto favorece a la deficiente fiscalización, sin embargo, las autoridades de Produce y la dirección regional del sector no pasan de las mesas técnicas a la acción con resultados concretos.
FUENTE: RPP