Hombres de mar denuncian que sus redes han sido destruidas y se han dado enfrentamientos. Además, incrementa depredación de las especies marinas.
Un total de 63 familias que dependen del mar de Huanchaco (Trujillo), producto de la pesca artesanal con el tradicional Caballito de totora, se ven perjudicados ante la presencia de embarcaciones pesqueras. Desde hace un tiempo una gran cantidad de estas unidades ingresa al área de los pescadores, quienes colocan sus redes a poca distancia de la orilla.
Así lo dio a conocer uno de los directivos de la Asociación de Pescadores Artesanales de Huanchaco (ASPAH), Oswaldo Díaz Verna, quien comentó que en muchas oportunidades se han dado enfrentamientos, así como atentados contra sus redes de pescar que dejan en la zona.
“Tenemos redes pequeñas y ellos de cien metros y son rastreras y nos dejan sin nada. De lo poco que deberíamos sacar, ellos se lo llevan. Deberían estar mar adentro, pero se apegan a la costa, donde solo podemos llegar nosotros con nuestros caballitos (…) Hemos tenido percances, a muchos compañeros les han robado las redes o les han cortado”, enfatizó Díaz a La República.
Asimismo, indicó que muchas de embarcaciones vienen sin placa, otras son del Puerto de Salaverry, así como de diversas regiones del norte del país.
A raíz de ello, el hombre de mar reveló que se ha hecho la denuncia en la Policía, municipalidad y Capitanía del Puerto de Salaverry; sin embargo, esta última institución les pide pruebas visuales.
“Nos dicen que filmemos o tomemos fotos, pero imagínese a un pescador salir con un celular en el mar es difícil. Es un caballito pelando contra una embarcación (…) Cuando nos hemos acercado para reclamarles, ellos pasan cerca y nos botan al mar porque nos hacen perder el equilibrio”, enfatizó Díaz.
Menor producción para pescadores artesanales
Además, Díaz precisó que antes se lograba conseguir hasta 40 kilos de pescados y otras especies que servía para el alimento en casa y para la venta, pero ahora máximo logran recaudar la mitad.
“No hay producción buena. Estamos ahora críticos por el tema de la pandemia y no hay otras opciones de trabajo, más la depredación de las embarcaciones y la braveza del mar que también nos impide salir con frecuencia”, señaló.
Se necesita reglamentar ley para espacios y protección
Ante esta problemática, el funcionario de la ASPHA sostuvo que se debe delimitar la zona del mar correctamente para el trabajo con los caballitos de totora e impedir el paso de las embarcaciones, así como el patrullaje correspondiente.
En ese sentido, el vicepresidente del Comité de Gestión para reglamentar la Ley N.º 30837, de defensa de los totorales, Percy Valladares, manifestó a este medio que se está trabajando en ello para hacer valer la “chacra marina”, el espacio reservado para cada pescador.
FUENTE: La República