En mayo se dio un encuentro binacional, “Mujeres a la Mar”, donde participaron 50 lideresas pesqueras de Perú y Ecuador.
Un importante número de mujeres, alrededor de 1,000, de la región Tumbes participa en las labores de extracción de recursos marinos para garantizar la seguridad alimentaria.
María Fernanda Chávez, coordinadora de Involucramiento Comunitario y Género de TNC, y parte del “Proyecto Por la Pesca” destacó que, en las fases de pre y poscaptura de las especies marinas, las mujeres ocupan aproximadamente el 90 % de funciones. Por ejemplo, en muelles de Tumbes las mujeres ocupan labores en la administración y aprovisionamiento de las embarcaciones, remiendo de redes, fileteado de pescado, comercialización, entre otras actividades.
La coordinadora de Involucramiento comunitario, precisó que, sin la participación de las mujeres en la actividad de la pesca artesanal, no tendríamos pescado ni mariscos en los hogares peruanos, porque su rol es garantizar que llegue la producción marina a la mesa de consumo alimentario.
Asimismo, explicó que existen casos como los de las comunidades costeras vinculadas a Áreas Naturales Protegidas, en las que a pesar de que la presencia de las mujeres representa casi el 50 %, su participación formal en las organizaciones y en los espacios de toma de decisiones ocupa menos del 5 %.
En mayo se dio un encuentro binacional, “Mujeres a la Mar”, donde participaron 50 lideresas pesqueras de Perú y Ecuador.
Ofelia Román, socia de San Josefinas Emprendedoras del puerto de San José-Lambayeque, manifestó que las mujeres no solo cumplen un valor importante en la pesca, sino también dentro de los hogares de las familias pescadoras, pues mientras los esposos salen de faena, ellas cuidan el hogar y cuando la pesca está baja, ellas buscan ingresos extras para la sostenibilidad económica de la familia.
En Tumbes, las mujeres se dedican a descabezar langostinos, limpiar las conchas negras que se comercializan, sacar la pulpa de cangrejo para la venta en restaurantes y administran en los desembarcaderos de Acapulco, Cancas y Pizarro. Otras luchan por mejorar los criaderos de reproducción de la concha negra.
Elsa Vega, presidente de la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal, Sonapescal, dijo que le machismo es una limitación para una mayor participación de mujeres en el sector pesca, pero la lucha continúa para superar esa barrera. Destacó que gran parte de las esposas de pescadores artesanales mantienen sus hogares con el ingreso que tienen de la cadena productiva, con ingresos que van de 1500 a tres mil soles por mes.
Por su parte, Jessica Caicedo, socia de la Asociación de Producción Pesquera de Armadores de Manta (Ecuador) y Luz Karina Condori, presidenta de la Asociación Mujeres Emprendedoras del Puerto de Quilca (Arequipa), coinciden en que, a pesar de los obstáculos que enfrentan, siguen trabajando para que sus capacidades en la pesca sean conocidas por la sociedad y el Estado.
En el encuentro binacional, “Mujeres a la Mar” se pidió se tome en cuenta el desarrollo de habilidades en la gestión de emprendimientos y comunicación asertiva.