La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) se encuentra en un proceso judicial contra el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernarp) para anular la norma que prohíbe la referida actividad.
La pretensión de que se autorice la pesca a escala industrial en la reserva nacional de Paracas, ubicada en la provincia iqueña de Pisco, causa indignación y grave preocupación, por lo que debe ser rechazada de manera firme y categórica en todos sus extremos, sostuvo hoy el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).
La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) se encuentra en un proceso judicial contra el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernarp) para anular la norma que prohíbe la referida actividad.
En el 2023, la SNP solicitó al Sernarp el reconocimiento de la pesca industrial en la reserva de Paracas. No obstante, esta entidad, dependiente del Ministerio del Ambiente (Minam), rechazó el pedido con el argumento que dicha actividad contraviene los objetivos para los cuales fue creada el área natural.
En un comunicado, firmado por el presidente del Concytec, Benjamín Marticorena, se indica que por ley, y por interés público permanente, las áreas naturales protegidas (ANP) son espacios del territorio nacional en los que “…está prohibida la extracción de mayor escala, ya sea marina o continental” (art. 112 del reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas).
Alta diversidad biológica
En esas reservas de alta diversidad biológica, la sociedad protege los ecosistemas y las especies que los habitan (en tierra, mar, lagos y ríos) para la libre reproducción y provisión de los servicios ambientales de los que vivimos. Por sobre las ganancias empresariales se prioriza la reproducción de los ciclos naturales de vida, garantizando así la disponibilidad de sus recursos para las presentes y futuras generaciones, anota el documento.
También menciona que en las áreas naturales protegidas que comprenden sectores marítimos solo se permite la pesca artesanal en pequeñas embarcaciones. “Un dato de la más alta importancia es que esta pesca de bajo impacto ecológico provee la mayor parte de los alimentos provenientes del mar que consume el país. Por eso, las ANP son lugares privilegiados para investigar la dinámica de reproducción de las especies establecidas en ellas”.
Añade que las ANP que incorporan segmentos de mar peruano son tres: la reserva nacional de Paracas, creada hace 49 años y que representa un tercio de la centésima parte del mar territorial peruano; y las recién creadas Dorsal de Nasca, situada a 100 km al oeste de Ica, y la del Mar Tropical de Grau, frente a las costas de Tumbes y Piura. Estas dos últimas ocupan respectivamente el 7.8 % y el 0.1 % de la superficie del mar.
Empresas pesqueras industriales
En conjunto, estas tres áreas naturales marítimas protegidas representan aproximadamente el 8 % de la totalidad del dominio marítimo peruano, por lo que las empresas pesqueras industriales disponen del restante 92 % del vasto mar peruano para la extracción, esencialmente destinada a la exportación, precisa el comunicado.
Resalta que además de peces y una multitud de otras formas de vida acuática, la reserva nacional de Paracas alberga mamíferos como lobos de mar, nutrias, delfines y ballenas, así como tortugas marinas y numerosas especies de aves residentes y migratorias, con alrededor de 200 especies, que permiten constituir un sistema natural en equilibrio.
Este sistema garantiza la continuidad de la oferta ambiental, así como de la pesca artesanal y de la actividad turística que genera importantes ingresos para las comunidades locales, puntualiza el Concytec.